Quien me lo diría a mi!, despues de correr el sábado nunca nos habríamos esperado lo que podría depararnos el domingo.
Llegamos el viernes cargaditos de ilusión, viajar a las islas siempre me ha dado un plus de ilusión, despues de este invierno en el que no ha parado de llover, tres dias por Mallorca me ponían mucho. Buen tiempo, mucho trial y amigos, que mas se puede pedir...pues eso, lluvia!!
Y es que la lluvia es ese ingrediente que hace un trial de facil a imposible, sabiendo cómo era su terreno, ni me lo quería imaginar, pero sabía que iba a ser dificil.
El sabado el tiempo nos respetó bastante, estaba nublado, y el marcaje de las zonas fue mas bien tirando a facilón. Doce zonas de las cuales 5 eran selectivas, las otras siete de cero. Pero para calentar motores estaban muy bien, te daban el aperitivo sin riesgo de empacho, dejando ese hambre que luego te ayuda a rebañar los platos y para los mas valientes, tomar de postre el arroz con leche.
Cumplieron con el objetivo, pero para la jornada dominical nos prepararon un guiso muy duro de digerir.
Por lo pronto la primera zona era dura, durísima. Sobre la famosa valla, en el pueblo mismo, te enfrentabas a rampas jabonosas, con piedra y raiz, con giros de sacacorchos y bajadas en las que los frenos no podían sobreponerse a las teorías de Newton. Cincos a doquier...y te ibas jodidillo a la segunda, pero avisado de lo que te iba a caer.
La segunda no estaba mal, suave, pero la tercera, era otra complicada. Ubicada en un campo de terrazas, con "cebolletas" que sus hojas bien podrían estudiarlas repsol para sus lubricantes, te dejaban en cualquier momento "in albis". Buenos revolcones y mas cincos a la cuenta.
Y nos metíamos a partir de ahora en una zona umbría, con predominio de piedra calcarea, de las que cría baba. Mas golpes de aquellos que no superaban el escalón, daños a las fibras y tambien al físico. La gente se empezaba a acojonar.
Y es que el trial en seco tenía su selección, en seco tenía mas miga que el sábado, es lógico, pero conociendo el parte metereológico y sobre todo, el tipo de terreno que tenían, se les fue la mano.
Segun transcurria la carrera, veías que la mayoría no hacían trial, mas bien remo. Tambien veías a los amarillos, lo cuales compartían algunos pasos con los verdes que tenían bastante exposición al talegazo.
Y acabé la primera vuelta con muy mal rollo. Me pique cincos en varias zonas, sobre todo en la 8, en la que se pasaron varios pueblos. Un lomo de piedra, al que había escalar, con un desnivel acumulado de mas de tres metros y con esa piedra "aceitosa"en la que te podías matar. Ni lo intenté.
Y justo cuando entregaba la tarjeta, el director de carrera nos dijo que habían suavizado las zonas. Pues vaya, algo se suavizó, pero la segunda vuelta fue otro revolcarse y golpear la moto.
No disfruté nada, todo me salió mal, en fin que mal sabor de boca pero al menos la satisfacción de haberme sobrepuesto a la adversidad y no haberme retirado. Si algo dan estos triales, son galones, mucha experiencia y espíritu combativo.